María Luisa Arnaiz Sánchez
Aquellos polvos, Goya. Capricho nº 23
1. Auto de fe. Un vulgo de curas y frailes necios hacen su comidilla de semejantes funciones. Perico el cojo que daba polvos a los enamorados.
2. ¡Mal hecho! A una mujer de honor, que por una friolera servía a todo el mundo diligente, tan útil, tratarla así. ¡Mal hecho!
El tribunal de la Inquisición se abolió definitivamente en España por decreto de 15 de julio de 1834, aunque, como dijo Caro Baroja, no desapareció el espíritu inquisitorial en nuestro país. Incluso esta lámina fue denunciada al execrable tribunal, que pervive bajo el nombre de Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe con el fin de controlar las conciencias (Joseph A. Ratzinger fue su prefecto antes de ser Benedicto XVI). Mientras el público asistía a la vejación impuesta a una mujer, el albañil Casimiro Sánchez era encerrado indefinidamente en un convento porque, espoleando a su burra, había mentado a la Virgen y otros santos y la había llamado “Fernando VII”.
No hubo remedio, Goya. Capricho nº 24
1. Encorozada: era pobre y fea, ¿cómo había de haber remedio?
2. A esta señorita la persiguen de muerte; después de escribirla la vida, la sacan en triunfo. Todo se lo merece y, si lo hacen por afrentarla, es tiempo perdido. Nadie puede avergonzar a quien no tiene vergüenza.
El primer comentario, el de Ayala, es cínico aunque resuma el porqué de la condena; el segundo, el atribuido a Goya, es mordaz, “sacan en triunfo”, y taimado, “se lo merece”, tal vez porque quería el pintor precaverse de posibles pesquisas.
PUBLICACIÓN PROGRAMADA.
ME ENCANTA TU FORMA DE DESCRIBIR LA HISTORIA Y EL ARTE, MARIA LUISA. SIGO AQUÍ SILENCIOSO, PERO NO TANTO COMO MI AMIGO ANTONIO CAMPILLO. ¿ESTÁ BIEN?
ResponderEliminarQuerido amigo Enrique, volveremos el 24, Italia lo merece.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Gracias, estaba preocupado. Pasadlo bien estáis en el lugar mas apropiado para ello.
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