jueves, 29 de noviembre de 2012

MI TIERRA ES MI DIGNIDAD

EXTERMINIO ÉTNICO: bosquimanos

Antonio Campillo Ruiz


   El desierto Kalahari es una extensa superficie tan bella como peligrosa para quienes no sepan cómo deben vivir en ella: Kgalagadi, Kalahari en tswano, significa “gran sed”. Posee una superficie de 700.000 kilómetros cuadrados y ocupa la mayor parte de Botswana extendiéndose también por Namibia y Sudáfrica. Posee uno de los fenómenos naturales único en la Tierra: el río Okavango. Nace en Angola en una región de intensas lluvias, la meseta de Bié y desemboca en el noroeste del Kalahari manteniendo, año tras año, un recorrido por tierra que provoca una de las transformaciones ecológicas más importantes que existen en nuestro planeta. En esta vasta extensión de soledad, la vida humana y salvaje se encontraban en perfecta armonía. Incluso en la actualidad, los pocos bosquimanos, ganas y gwis, que escapan al poder de la rapiña en sus tierras, viven respetando el entorno que les proporciona todo lo necesario para vivir.


   Igual que al proceso de ocupación y destrucción de civilizaciones americanas desde 1492 o la colonización del oeste de EEUU, mucho más cercana a la época actual, jamás se han denominado como brutales genocidios o exterminio étnico, a pesar de serlo, la expulsión de los bosquimanos y resto de familias que conforman grupos independientes pero familiarmente relacionados mediante complejos lazos, se ha convertido, en pro de una modernización y una educación absolutamente inadecuadas y engañosas, en un brutal genocidio en pleno siglo XXI.


   Este desafuero es muy fácil de entender: en las tierras ancestralmente habitadas por los bosquimanos, ganas y gwis, existen grandes cantidades de kimberlitas. La kimberlita es una roca de la familia de las peridotitas que, con mucha frecuencia, contiene diamantes. ¡Ah!, esta es la palabra mágica: diamantes. Sólo pronunciarla significa la expulsión o muerte inmediata de quienes molestan a las grandes compañías mineras, políticos asociados a ellas y especuladores mundiales. Palabras como desarrollo, escuelas, viviendas, etc., son meros vocablos en boca de quienes:
1 – Han secado o bloqueado con cemento los pozos de los que bosquimanos y otras familias obtenían el agua.
2 – Han prohibido la caza en los territorios bosquimanos con la falaz excusa de la conservación de la naturaleza, siendo que, cuando se practicaba la caza por los habitantes autóctonos, la fauna y flora  eran mucho mayores y sanas que en la actualidad que se caza bajo precio por ricos compradores y se destruye la vegetación sin atención a su importancia.
3 – Se han separado a familias con el fin de llevar a escuelas de formación a los jóvenes, obteniendo como resultado una inmensa bolsa de paro que les destruye lejos de sus pueblos de origen mediante el alcohol y las enfermedades de todo tipo.
4 – Se niega la ayuda o colaboración de agentes justos que defiendan derechos adquiridos que los habitantes de una zona poseen sobre ella.
5 – La tarta de brillo deslumbrante de los diamantes está ya repartida entre compañías de todo el mundo bajo la aprobación de quien se autodenomina jefe del Estado: las tierras del Kalahari ya están parceladas para su explotación.
Etc.


   Teniendo en cuenta el brutal choque en la unión de pueblos primitivos con la denominada civilización actual, la facilidad para “convencer a unos primitivos salvajes”, la destrucción del entorno en beneficio de los carroñeros políticos y multinacionales, es mi opinión que las tribus en procesos evolutivos muy atrasados, alguna de ellas en la edad de piedra, sean mantenidas como tales sin “salvadores civilizados” que emponzoñen su estado de pureza y armonía con la Naturaleza.


En el primer vídeo que se acompaña, realizado por Survival, la reportera Sue Lloyd-Roberts explora las razones políticas y económicas que se esconden tras la expulsión de bosquimanos, ganas y gwis, de la Reserva de Caza del Kalahari Central.

Es recomendable visionar el vídeo a plena pantalla.


En agosto de 2002 John Simpson viajó al Kalahari con BBC News y visitó los nuevos asentamientos donde los bosquimanos expulsados de la reserva habían sido realojados y las condiciones de vida que la civilización les ha proporcionado.

Es recomendable visionar el vídeo a plena pantalla.

martes, 27 de noviembre de 2012

ESPECIAL JOHN TRAVOLTA

CANCIONES MÍTICAS DEL CINE II

Antonio Campillo Ruiz


   La historia de los géneros y subgéneros cinematográficos se repite. Si en 1968 “2001, una odisea del espacio” de Stanley Kubrick anonadó y paralizó el género de la ciencia ficción, en 1961 fue “West Side Story” de Robert Wise y Jerome Robbins la película que inmovilizó y entumeció el género musical. La recuperación de la ciencia ficción volvió de la mano de George Lucas con su saga de “Star Wars”; la recuperación del musical llegó con “Saturday Night Fever”, “Fiebre se sábado noche”, de John Badham en 1977. Con música original de Barry, Robin y Maurice Gibb, The Bee Gees, con arreglos y canciones del grupo y adaptación musical de David Shire, la canción homónima al título de la película rompió con la música que ya presentaba a The Beatles como clásicos.  

Saturday Night Fever
Es importante visionar el material audiovisual a plena pantalla

   A partir de la reaparición del género con “Saturday Night Fever”, los musicales, cortados por los mismos patrones que en el caso de las exhibiciones coreográficas, a veces innecesarias pero efectivas, empezaron a florecer y, por supuesto, las productoras aprovechando su fuerte resurgir y el cambio social, para iniciar una reiterada explotación del éxito sin tener en cuenta las novedosas planificaciones o cuidados cinematográficos más elementales. Nació así “Grease”, “Brillantina”, de Randal Kleiser en 1978 con música de John Farrar, Barry Gibb y Louis St. Louis, interpretada en sus principales papeles por John Travolta y Olivia Newton-John.

You're The One That I Want
Es importante visionar el material audiovisual a plena pantalla

¿Quién no admiró a Danny Zuko, el dulce enamorado de una chica mojigata, a la que su amor y comportamiento “moderno” provocan su transformación en una rocker? “Grease” es un musical que a casi todos encanta pero que posee un argumento tan simple que a nadie se le ocurre expresar públicamente su admiración por el filme. Sin embargo, esta parodia postmoderna de los jóvenes de los años 50 y 60 del siglo pasado es un estupendo catálogo de canciones, humor, nostalgia y ritmo. Coreografías en las que los actores expresan sus recuerdos y primer amor o gestos cómicos. Al igual que la transformación de Sanddy (Olivia) y el desparpajo de Rizzo (Stockard Channing), siempre son gratos de visionar al escuchar las canciones.   

Summer Nights
Es importante visionar el material audiovisual a plena pantalla

   Cuando Vincent y Mia bailan la inolvidable canción de Chuck Berry “You Never Can Tell” en “Pulp Fiction” de Quentin Tarantino, 1994, el espectador ya está convencido de la fuerza de la música y las canciones que se escuchan en toda la película. Al contrario que en las coreografías que hemos apreciado en los casos anteriores, Tarantino realiza una planificación en la que los espectadores del filme no son los espectadores de un número musical, son espectadores de una película en la que se desarrolla un baile, que no es lo mismo. A este aspecto me refería al expresar que no se tuvo en cuenta el grave defecto de paralizar la acción de la película para que se cantase una canción, con o sin coreografía, en las películas que pertenecen al género musical. “Pulp Fiction” es evidente que no es un musical pero el realizador denota la presencia de los personajes de la misma y su entorno a la vez que el espectador visiona el conjunto. La clara diferencia con la peculiar forma de actuar sin interrumpir la acción es que Tarantino coloca a todos los figurantes detrás de los actores, algo inusual cuando se justifica  e  integra la acción en el relato. Sólo existe en el baile un plano, en el que la cámara enfoca al suelo, que no se integra en la acción y es justificable por un pequeño homenaje al disco de polivinilo. La canción de Chuck Berry, al igual que las anteriores marcó un momento crucial en la presencia de canciones en el cine.

You Never Can Tell
Es importante visionar el material audiovisual a plena pantalla

domingo, 25 de noviembre de 2012

UN MINUTO DE BELLEZA

NEBULOSAS

Antonio Campillo Ruiz

The Horsehead Nebula

   Conocida como Barnard 33, la Nebulosa Cabeza de Caballo  en la Constelacnce ión de Orión, es parte de una gran nube negra molecular. Su descubrimiento, a finales de 1800 supuso un avance en el estudio de la luz roja que se origina detrás de la nebulosa por hidrógeno ionizado perteneciente a la estrella más cercana, Orionis Sigma. En general, la definición más concreta de nebulosa considera que es una materia cósmica celeste, luminosa, compuesta de polvo y gas, que ofrece diversas formas, en general de contorno impreciso. Sin embargo debería añadirse que están compuestas por hidrógeno, helio y elementos químicos pesados en forma de polvo cósmico. De ahí, su importancia crucial por ser el lugar del cosmos en donde nacen las estrellas jóvenes por fenómenos de condensación y agregación o donde mueren, porque su materia puede pertenecer a restos de estrellas extinguidas. La Nebulosa Cabeza de Caballo  que vemos en este momento es la que existió hace 1.500 años ya que su luz tarda estos años en llegar a nosotros.

The Medusa Nebula
© Ken Crawford (Rancho Del Sol Obs.)

   Filamentos trenzados y serpentinas de gas resplandeciente sugieren el popular nombre de Nebulosa Medusa a esta enorme masa, conocida también por Abell 21, de más de 4 años luz de diámetro. Se encuentra a unos 1.500 años luz de distancia de la constelación de Géminis y, como su homónima mitológica, se asocia a una transformación dramática. Esta nebulosa pertenece a la fase final de evolución de gigantes rojas que, en su proceso de destrucción, emitieron la luz ultravioleta de la nebulosa.

 NGC 7293: The Helix Nebula 

   En la constelación de Acuario, a sólo 700 años luz de la Tierra (unos 6.623 billones de kilómetros), una estrella, muy similar al Sol, murió hace miles de años. Nosotros percibimos en este momento la fase final que se produjo: la Nebulosa de la Helice, también llamada NGC 7293. Esta fotografía ha sido tomada por medio de 58 horas de exposición para poder visionar la fase profunda de la nebulosa. Los datos de este estudio indican que el tiempo de vida de la fase más brillante, se encuentra en torno a los 3 años luz (unos 950 años). Esta nebulosa puede observarse con facilidad y su geometría es asombrosamente compleja.

The Red Spider Planetary Nebula
© Carlos MilovicHubble Legacy ArchiveNASA

   Cuando una estrella normal expulsa sus gases exteriores se convierte en una enana blanca. La preciosa estructura enmarañada y entretejida de la Nebulosa Planetaria Araña Roja, también denominada NGC 6537, se encuentra formada por dos lóbulos simétricos, uno de los cuales contiene una de las enanas blancas más calientes jamás observadas. En las estrellas centrales se han medido vientos de más de 1.000 kilómetros por segundo. Se encuentra en la constelación de Sagitario y su distancia a la tierra es de unos 4000 años luz (para su comprensión no numérica, esta distancia es la que tendríamos que recorrer a 300.000 kilómetros por segundo durante 4000 años para llegar a la nebulosa).

Our Story in One Minute
© MelodySheepSymphony of Science, John Boswell
Music Credit: Our Story

   Un solo minuto. Un minuto para explicar el Big Bang y la formación de un planeta y su satélite que se condensaron y agregaron, posiblemente, como resultado de una de estas nubes cósmicas. Como no conocemos otro lugar tan minuciosa y profundamente como nuestra Tierra, vamos a observar con atención su evolución, a lo largo de millones de años, desde su estructura y estabilización hasta la evolución química. Los treinta y siete segundos de exceso del minuto, empiezan exactamente con la aparición de los primates y, sin acabar, se describe la evolución de una sociedad cada día más compleja y problemática.   


Es importante visionar el cortometraje a plena pantalla

viernes, 23 de noviembre de 2012

CAMINO DE SÉNDARA

EL SUEÑO DEL REY KARNA-VOOTRA

Antonio Campillo Ruiz

Helena Nelson Reed

    El rey Karna-Vootra, sentado en su trono que todo lo domina, dijo:
-La pasada noche vi con toda claridad a la majestuosa Vava-Nyria. Aunque estaba parcialmente oculta por grandes nubarrones que continuamente pasaban por delante de ella, dando vueltas a su alrededor, su rostro estaba descubierto y en él resplandecía el claro de luna.

Helena Nelson Reed

 Le dije a ella:
-Pasea conmigo por los grandes estanques de la hermosa y llena de jardines Istrakhan, donde flotan lirios que producen deliciosos sueños; o, descorriendo la cortina de orquídeas colgantes, ven conmigo a través de un sendero secreto a la otra jungla impenetrable que cubre el único paso entre las montañas que rodean a Istrakhan. La cercan y la contemplan con alegría por la mañana y al anochecer, cuando los estanques todavía no están habituados a la luz, e incluso, a veces, en su alegría, derriten la fatal nieve que mata a los montañeros en las cumbres solitarias. Entre ellas hay valles más antiguos que los pliegues de la luna.

Helena Nelson Reed

Ven conmigo allí o quédate aquí e iremos a tierras románticas, de esas que los hombres de las caravanas únicamente evocan en sus canciones; o si no, pasearemos indiferentemente por una tierra tan encantadora que incluso las mariposas que por ella revolotean se asustan de su belleza al ver sus imágenes reflejadas en los estanques sagrados; y por la noche oiremos a innumerables ruiseñores cantando a coro a las estrellas hasta morir. Si te decides, enviaré heraldos lejos de aquí con noticias de tu belleza, los cuales se apresurarán y llegarán a Séndara y hablarán de ella a los hombres que cuidan los rebaños de ovejas marrones; y desde Séndara el rumor se esparcirá por las dos orillas del río sagrado Zoth, e incluso los constructores de cercas de las llanuras oirán hablar de tu belleza y la cantarán. Más tarde, los heraldos irán hacia el norte atravesando las colinas hasta llegar a Sooma. Y en esa ciudad de oro informarán a los reyes, sentados en sus arrogantes tronos de alabastro, de tu extraña e inesperada sonrisa. Y, a menudo, tu historia será contada en mercados lejanos por los mercaderes de Sooma, entre otros cuentos despreocupados con los que atraen a la gente hacia sus mercancías.

Helena Nelson Reed

Y los heraldos llegarán incluso a Ingra, donde la gente está siempre bailando. Y allí hablarán de ti, de manera que tu nombre será cantado en aquella alegre ciudad. Y pedirán allí camellos prestados y atravesarán las arenas y, por caminos desiertos, irán a la distante Nirid a hablar de ti a los hombres solitarios de los monasterios de las montañas.

Helena Nelson Reed

Ven conmigo ahora, pues es primavera.
Y, cuando dije aquello, ella movió su cabeza, ligera aunque perceptiblemente. Y sólo entonces recordé que yo había perdido la juventud y que ella estaba muerta desde hacía cuarenta años.

Lord Dunsany


Helena Nelson Reed 

miércoles, 21 de noviembre de 2012

MOSQUITOS Y NAVES ESPACIALES

INSPIRACIÓN, RECUERDO HOMENAJE  

Antonio Campillo Ruiz


   Los espectadores que disfrutamos con la película “Escuadrón 633” de Walter Trauman, 1964, la recordamos sorprendidos cuando nos complacimos embelesados al visionar “La guerra de las galaxias” de George Lucas, 1977.


   Habían transcurrido sólo cuatro años desde la producción de “Escuadrón 633”, y la prodigiosa realización de Stanley Kubrick, “2001, una odisea del espacio”, 1968, sedujo a los espectadores, paralizando a guionistas, técnicos en efectos especiales y productores, dejando al subgénero de aventuras espaciales aterido o al menos en un estado cataléptico difícil de superar.


   Afortunadamente, casi diez años después, un entusiasta de la técnica cinematográfica y excelente realizador, George Lucas, se atrevió a sacudir con fuerza la empolvada alfombra mágica del abandonado subgénero convirtiéndolo en un fenómeno mediático que ha tenido una trascendencia mundial inusitada. 


   Sin embargo, en esta primera película, aparentemente única y sin una clara predisposición a la continuidad (se tituló simplemente “Star wars”, sin subtítulo explicativo alguno, convirtiéndose posteriormente en “Capítulo IV” y siendo retitulada en español “Una nueva esperanza”) fue la primera producción de una saga de seis, tal fue su influencia cinematográfica.


    Bien, pues el “homenaje”, “similitud”, o simplemente “recuerdo”, que Lucas dedicó a la antigua “Escuadrón 633” lo concibió y realizó siguiendo los planos casi idénticos de la escena más importante en ambas películas: el ataque a lo largo de un angosto y largo camino hasta un objetivo casi inalcanzable. Los frágiles Mosquitos de la segunda guerra mundial debían hacer blanco, con sus bombas especiales que provocaban movimientos sísmicos, en la base de una roca y las naves rebeldes debían introducir unos torpedos por una pequeña salida de refrigeración del núcleo del reactor en la temible “Estrella de la Muerte”. Vamos a visionar ambos ataque para comprobar su casi idéntica planificación pero con medios y efectos en los que la diferencia temporal y técnica los aleja cinematográfica pero no fílmicamente.



   El sonido, desde su incorporación al cine, ha sido tan imprescindible para el espectador que éste llega incluso a admitir errores físicos elementales, como la transmisión del mismo en el espacio exterior en el que no existe medio por el que se transportan las ondas sonoras. Pues bien, el sonido va a ser, en el montaje que se adjunta, el ejemplo fiel de la verosimilitud de lo antedicho: se ha cambiado la banda sonora de la escena del ataque mencionado entre ambas películas, es decir, oímos la banda sonora de “La guerra de las galaxias” pero las imágenes pertenecen a  “Escuadrón 633”.  La similitud y continuidad de planos es bastante asombrosa. Podríamos casi establecer que la banda sonora es la misma para ambas películas si no fuese por el “ruido de motores” y el “tipo de explosiones” que se producen, además de por “las voces de los actores” que son peculiares y diferentes.  George Lucas es un realizador que ha innovado técnicamente aspectos cinematográficos del lenguaje audiovisual. La anécdota explicada creo que es debida a un retomar, retocar y mejorar, mediante la similitud, escenas memorables de la historia del cine. George Lucas no necesita inspiraciones adicionales, le basta su imaginación. 
  

lunes, 19 de noviembre de 2012

ZERO

DEJAR DE SER NADA

Antonio Campillo Ruiz


   Cuando le dejaron en libertad no sabía muy bien por qué lo habían hecho. Su mente realizaba un repaso minucioso de los motivos que llevaron a su detención pues nunca pensó que le hubiesen detenido por amor. De niño, soportaba estoicamente risas y desprecios de todos porque parecía que le miraban con suspicacia, como si no pudiese vivir con ellos. Quienes siempre le buscaban para jugar eran las niñas y le gustaba jugar con ellas aunque sólo lo hacía él. Jamás descubrió por qué sucedía esto. Se veía, eso sí, un poco diferente y poseía unas cualidades que a nadie entusiasmaban. Los animales eran sus amigos favoritos y siempre se entretenía con ellos a pesar de que algunos parecía que tampoco lo querían. Los tiempos de su niñez y adolescencia pasaron muy rápidos. Casi no los recordaba y siguió sin comprender por qué le sucedía aquello. Un día se percató de su fracaso: ¿cómo puede nada ser algo? Esta pregunta se le incrustó en la mente y su preocupación aumentó. Un nada es un nada desde cualquier punto de vista. Por ello ni se deprimía ni quería llegar a ser negativo. Y encontró a Bella. Era una chica que, como él, era nada y tenía muy poca suerte. Se sintió orgulloso cuando fue su paladín y ella lo aceptó. Un sentimiento nuevo fluyó desde su interior: era feliz de pertenecer a alguien. Ambos vivían despreocupados y no eran conscientes del peligro que suponía para la encorsetada sociedad su amor. Un día, tras un dulce sueño en su acera favorita fue detenido sin ninguna explicación. Bella debería encontrarse sola y él no podía sino añorar y dejar su impronta en las paredes de aquel malsano recinto. Tiempo después, Bella le llamó con la delicadeza que solía hacerlo y le regaló una flor. Él, entusiasmado, pudo verla aunque temió las consecuencias porque los nada soportaban una legislación represora. Cuando su amor se materializó en un hijo, supo que habían logrado el más allá del más allá. Lo imposible, lo único, lo diferente, lo que haría que cambiasen esas leyes injustas y marginales. Habían conseguido que los nada pudiesen llegar a ser tan inmensos como el infinito.

Antonio Campillo Ruiz      

“ZERO” de Christopher Kezelos, 2009

Es aconsejable que se visione el cortometraje a plena pantalla

sábado, 17 de noviembre de 2012

EL TRANVÍA DE PARÍS

DIÁLOGOS

Antonio Campillo Ruiz


—Ésa de negro que sonríe desde la pequeña ventana del tranvía se asemeja a Madame Lamort —dijo.
—No es posible, pues en París no hay tranvías. Además, ésa de negro del tranvía en nada se asemeja a Madame Lamort. Todo lo contrario: es Madame Lamort quien se asemeja a ésa de negro. Resumiendo: no sólo no hay tranvías en París sino que nunca en mi vida he visto a Madame Lamort, ni siquiera en retrato.
—Usted coincide conmigo —dijo— porque tampoco yo conozco a Madame Lamort.
—¿Quién es usted? Deberíamos presentarnos.
—Madame Lamort —dijo— ¿Y usted?
—Madame Lamort.
—Su nombre no deja de recordarme algo —dijo.
—Trate de recordar antes de que llegue el tranvía.
—Pero si acaba de decir que no hay tranvías en París —dijo.
—No los había cuando lo dije pero nunca se sabe qué va a pasar.
—Entonces esperémoslo puesto que estamos esperándolo —dijo.

Alejandra Pizamik

viernes, 16 de noviembre de 2012

HABLEMOS DE CANCIONES

CANCIONES MÍTICAS DEL CINE I

Antonio Campillo Ruiz


   Poco podía esperar de “Emmanuelle” de Just Jaeckin, 1974, el productor Yves Rousset-Rouard después del fracaso de la primera versión, “Io, Emmanuel” de Cesare Canevari, 1969. Sin embargo la actriz Sylvia Kristel supo interpretar el papel principal como ninguna otra y la canción principal de la banda sonora, de Pierre Bachelet, es una de las más emotivas que se han escrito para la gran pantalla.


   Cuando Claude Lelouch rodó “Un homme et une femme” en 1969, tampoco imaginó que obtendría el Globo de Oro y el Óscar a la mejor película de habla no inglesa, al mejor guión original y cuatro nominaciones más, la Palma de Oro del Festival de Cannes e incluso el premio de una reconocida congregación católica. Francis Lai, autor de la banda sonora de muchas de las películas de Lelouch, compuso una canción que, en su segundo rodaje, “Un homme et une femme, vingt ans déjà”, 1986, se mantuvo tan fresca como la primera versón.




   Una de las más famosas canciones de la historia del cine es, sin duda, “Singin’in the Rain”, de la película del mismo título de Stanley Donen y Gene Kelly, 1952, con música de Nacio Herb Brown y Arthur Freed. Gene Kelly, en una secuencia memorable, la canta por primera vez en la película, bajo un copioso aguacero, convirtiéndose posteriormente en la canción protagonista del filme.


   En “La leyenda de la ciudad sin nombre”, “Paint your Wagon” de Joshua Logan, 1969, la música de Frederick Loewe llena, junto a la imagen desenfadada, la sala de proyección. Una de sus canciones, “Wandering Star”, “Estrella errante”, cantada por el propio Lee Marvin, posee la fuerza del trabajo y la ronca voz del alcohol. La irremediable despedida de una tierra de bonanza será tan fantasmagórica como el amanecer elegido para el desalojo de la ciudad.


   La soledad es perenne en “Midnight Cowboy” de John Schlesinger, 1969. Nadie podría haber imaginado que una película catalogada como X en EEUU obtuviese El Óscar a la mejor película, director y guión adaptado más siete nominaciones, el Premio Bafta a la mejor película, Premio OCIC del Festival de Berlín y los premios David di Donatello al mejor director y actor extranjeros (Dustin Hoffman). La música de John Barry incluye una de las canciones más bellas y, posiblemente, más triste de la historia del cine: “Everybody’s Talkin”.


miércoles, 14 de noviembre de 2012

GENIOS, ERRORES E IMÁGENES

OIGAMOS Y VEAMOS IV

Antonio Campillo Ruiz


   “Tannhäuser y el torneo de trovadores del castillo de Wartburg”, título original de la ópera en tres actos con música y libreto de Richard Wagner, conocida como “Tannhäuser”, que se basó en dos leyendas alemanas, relata la lucha entre el amor carnal y el amor sentido, redentor este último de cualquier causa mundana malvada o repudiada. Fue estrenada el veinte de octubre de 1845, interpretando el personaje de la sobrina de Langrave, Elisabeth, Johana Wagner y dirigida por el propio Richard Wagner. Posteriormente, en 1861, se estrenó una versión revisada.  La obertura de “Tannhäuser” es una de las más aclamadas de la música wagneriana, interpretándose muy frecuentemente como pieza única en los conciertos.  

Es recomendable visionar el documento audiovisual a plena pantalla

   Cuando en 1830 el pueblo polaco luchó por conseguir su independencia siendo reprimido, Frédéric Chopin decidió abandonar su país y se estableció en París en donde su música fue muy apreciada. En 1842 compuso “La Polonesa Opus 53”, en la bemol mayor!, “La Polonesa Heroica”, soñando con una Polonia libre y poderosa, un pueblo que reclamará a lo largo de toda la historia moderna poder respirar sin opresión, ser libre. No exenta de romanticismo en su parte central, tanto la primera como la última parte vibran gritando esa palabra que ha sido ahogada en el fondo de los corazones del pueblo: ¡LIBERTAD!

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    El “Concierto para violin nº 3”, “Strassburg”, en sol mayor, K 216, lo compuso Wolfgang Amadeus Mozart cuando sólo tenía diecinueve años de edad. En Salzburgo, su ciudad natal, probablemente un día que llovía, lo imaginó e inmediatamente, tocándolo, lo fue escribiendo en el pentagrama, como muchas de sus genialidades. Posee tres movimientos: allegro, adagio y rondó. Orquesta y violín parecen perseguirse en una exquisita unión de notas enlazadas, siendo el violín el que determina la cadencia y genialidad de la composición.  

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   Poco podrían imaginar en 1879 los maestros del conservatorio de París que su dictamen de falta de talento del alumno Alfred Eric Leslie Satie, Erik Satie, sería un error que repitieron cuando en 1885 volvió a ingresar en el mismo conservatorio. Con el tiempo, tocando el piano en cabarets y gracias a su padre, empezó a publicar sus “Gimnopedias”. Tras conocer a Claude Debussy y otros artistas, se convirtió en el compositor oficial de la Orden de los Rosacruces Católicos, del Temple y del Grial. Con grandes artistas como Jean Cocteau realizó trabajos para el cine y fue amigo y seguidor de Pablo Picasso y grandes cubistas de la época. A los cuarenta años volvió a ingresar en el conservatorio cuando ya era criticado severamente por unos y admirado por otros. Su música, repetitiva, fue una luz en los movimientos minimalista e impresionista. Un ejemplo de su importancia y relación con el cine es “Je te veux”, montado con imágenes fijas.

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   Añado este pequeño y sorpendente cortometraje, en el que un andrógino muestra signos y juegos espaciotemporales cuya simbología puede que coincida con la de lugares visitados asiduamente por Satie. Está realizado con medios infográficos y su calidad, unida a la música de  Gimnopedia nº 1”, es excelente.

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lunes, 12 de noviembre de 2012

ERÉNDIRA

CONVERSACIONES CON MI HIJA LAURA XI

Antonio Campillo Ruiz


   - Creo que las fantasías literarias no deben ser tan explícitas en una película. El realizador que lleva a la pantalla la literatura se ve en la obligación de admitir fantasías, que en lenguaje audiovisual quizás sean inexpresables.

   - Bueno, Laura, pienso que el espectador, así como el lector de una novela, debe fundirse con los personajes y percibir las fantasías que le hace llegar el autor. “… Porque…, la sangre de la abuela debía ser azul, ¡no podía ser de otro color! ¡Igual que la miel de menta!” Así expresaba Gabriel García Márquez su especial y delicada percepción personal sobre el color de la sangre de la desalmada abuela de Eréndira en “El viento y el fuego”, un documental de producción mejicana que, desde su presentación por la Embajada de México al “XXXIII Certamen Internacional de Cine de Cortometraje de Murcia”, estoy buscando sin éxito. En él están grabados momentos importantes del rodaje de la película “Eréndira” de Guy Guerra, 1983, con guión del propio Márquez, siguiendo su relato “La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y su abuela desalmada” .

   Creo, Laura, que como en casi todas las realizaciones cinematográficas basadas en textos literarios, se da una aparente paradoja: mientras que leyendo, la imaginación del lector discurre sutilmente de forma  ilimitada e íntima, en una adaptación cinematográfica el realizador es el que sugiere, desde su punto de vista, lo que el espectador debe imaginar. Por tanto, en la medida en que el espectador se halla inmerso dentro de un espacio imaginario a donde ha sido conducido sin posibilidad de elección, se ve mermada su capacidad de fábula. No se trata de que sea mejor ni peor el criterio. Es simplemente diferente porque el medio de comunicación es distinto y los lenguajes también. Así, por ejemplo, cuando leí la novela de la que hablamos nunca imaginé a la abuela como el personaje que presenta Guy Guerra, personificado por Irene Papas, delgada, hierática y de peculiar expresión. 


   A pesar de lo expresado, proponer a la imponente actriz fue uno de los aciertos que, a mi juicio, tiene la película. Su altivez y seriedad dotan a la realización del carácter maligno de costumbres, deberes y respeto, que los familiares más débiles deben a sus mayores. A la vez, un pago tan “desalmado”, una expiación tan inmisericorde, como los que obliga a hacer a Eréndira no lo puede exigir cualquier actriz, debe ser un rostro que, habiendo interpretado a lo largo de su dilatada carrera profesional multitud de personajes trágicos, transmita al espectador la avaricia, el rencor y la negación de la felicidad a su nieta.


   Laura, la candidez humana es corrompida y transformada por el poder del dinero como decía el Arcipreste de Hita, ese dinero que lucra a especuladores y arribistas en la actualidad, por cuya corrupción se han envilecido incluso los que se ven a sí mismos como inocentes y que tendremos que pagar todos como todos le pagan a la abuela. Ese constante “sí, señora” que pronuncia Eréndira al dirigirse a su abuela significa metafóricamente “la vida desnuda”, es decir, su desamparo, su situación de víctima inerme, el tener que saldar a solas, en cueros (¡qué sarcasmo la desnudez!), su deuda para redimir la escasa inversión hecha sin su consentimiento y carente de escrúpulos.



   En otras palabras, se trata del mismo abandono al que estamos sometidos todos frente a los poderosos, la misma vida desnuda con la que se enfrenta la humanidad a los intereses creados por represores modernos que obligan a la pasividad y la obediencia. De ahí toman su poder quienes lo administran en su beneficio cuando, queriendo basarse en ritos y costumbres con la connivencia de expertos en la materia, justifican los anacronismos e injusticias más perjudiciales para el normal desarrollo de la sociedad moderna.


   Del interior indestructible de la abuela surge la encarnación del poder y, de él fluye la maldad, el odio hacia los demás y hacia sí misma…, su sangre verde. Así pues, la liberación, ¿liberación?, de Eréndira está marcada por la orfandad, la soledad y el horror a la muerte, al igual que la libertad conseguida por uno mismo. ¿Por uno mismo?    

“Poetas y mendigos, músicos y profetas, guerreros y malandrines, todas las criaturas de aquella realidad desaforada, hemos tenido que pedirle muy poco a la imaginación, porque el desafío mayor para nosotros ha sido la insuficiencia de los recursos convencionales para hacer creíble nuestra vida. Este es, amigos, el nudo de nuestra soledad”
Gabriel García Márquez, “La soledad de América Latina”
 (Conferencia Premio Nóbel, 1982)


Es importante visionar la película a plena pantalla


Es importante visionar las secuencias a plena pantalla 


Es importante visionar las secuencias a plena pantalla